Las Dos Caras


"Quien contempla a la Iglesia por delante se queja de no poder ver su espalda; quién está detrás de ella se siente ofendido porque no le muestra su rostro: lo que uno ve como su grandeza para otros es su miseria."
Hans Urs von Balthasar, Católico, 1988.


Hay quienes la consideran demasiado ascética, estricta y tradicionalista; hay quienes la juzgan de mundana y quienes la ven intimista y viviendo de espaldas al mundo. La tildan de apoyarse en el inicio (colegios) y el fin (hospitales) de la vida, siguiendo a duras penas el transcurrir de la humanidad madura. En sus sacramentos se la ve demasiado folklórica pero, así también, demasiado ajena al presente.

Y ella dice de sí misma: "Yo soy una realidad compuesta de HOMBRES que porta consigo algo excepcional, sobrenatural, que vehicula a lo Divino."


A veces, pienso que el tema de este espacio no era exclusivamente la música sino los sentimientos, el poder provocar algo. En mis críticas de discos, la mayoría de las veces el subjetivismo fue absoluto, relatando mi experiencia al cerrar los ojos y ver la música antes que los datos que conformaron la placa.

Ustedes, los que me conocen, saben que tal vez sea el menos indicado para hacer catecismo, y los que no, han sentido en el tono de mis palabras la sangre bullir y saben que aquello que defiendo lo hago con el cross a la mandíbula arltiano sobre mi teclado.

En los medios, en las negativas de abrirse al nuevo siglo, o en los hombres que provocan que se dude de Ella (hay un juicio en estos momentos sobre uno de ellos) podemos encontrar la imagen de los que justamente me niegan su valor absoluto y su falta de coherencia.
Yo sólo puedo tratar de encontrar una opción en su definición: que la misma Iglesia, al definirse como portadora de lo divino en un vehículo humano, está afirmando que lleva un valor absoluto en un instrumento que es de por sí falible, imperfecto.


Nosotros, los humanos, con todo el libre albedrío del que gozamos, estamos obligados a dudar, y podemos situarnos, siguiendo el ejemplo del inicio de una inconmensurable novela española, "Misericordia" de Pérez Galdós, en una de las dos caras de la parroquia de San Sebastián, Madrid:

"Dos caras, como algunas personas, tiene la parroquia de San Sebastián, dos caras que seguramente son más graciosas que bonitas: con la una mira a los barrios bajos (...); con la otra al señorío mercantil (...). "


Yo creo en la Iglesia de estos señores, y nadie me puede convencer de lo contrario. Por eso mismo estoy seguro de que hay que juzgar, con toda la dureza de la ley humana, a aquellos que en su nombre cometieron actos deplorables.

Aquellos que la miraron de frente, sin darse cuenta de que ella les daba la espalda.



13 pálidas ideas:

CSSL dijo...

Es cierto, me da mucha pena lo que la iglesia como institución hizo a lo largo de la historia y es verdad que no hay que perdonárselo, ya que ella es el conjunto de las creencias de muchas personas. Creo que esa es una de las razones que tengo para no creer. Aún así, cuando veo una iglesia o una pintura, siento envidia de aquellos que pueden lograr una conexión o un tipo de inspiración pensando en Dios

Xelia dijo...

A ver, distingamos...
El dogma y la iglesia son una misma cosa, la religiosidad interna y la conexión con Dios, otra.
No para los católicos, claro, pero la cristiandad admite esta diferencia.
No puedo evitar creer y agradecer, mi vida es la prueba más concreta (para mí) de que hay Dios, y creo en el de la cruz.
La Iglesia Católica Apostólica y Romana, no sé, da para mas de un post y cuanto más leo, mas me convenzo de su función política.
En fin, no he logrado coherencia al respecto pero me defino a través de la fe.

La condesa sangrienta dijo...

Iglesia somos todos los bautizados. Tendríamos que considerar qué cara de la Iglesia ven, aquellos que ven nuestras caras.
Saludos desde MDQ!

Pablo Libre dijo...

Sé que estos posts son "poco populares", pero generan respuestas tan interesantes. Las tres son diferentes y no se abalanzan en primeras conclusiones arrebatadas, sino en la reflexión. Gracias por tomarse ese tiempo.

Anónimo dijo...

Para mi .. yo soy muy particular con respecto a la fe y sus iglesia porque mi vida y mi ser siempre esta muy ligado a ellos .mis ojos solo puedo ver la grandeza de su poder por eso no puedo ser objetiva con mi discurso
Porque la vida me demostró la fuerza que mi propia fe puede lograr en mis objetivos y poder trasformar a través de sus enseñanzas las dificultades en una situación positiva eso se llama fe
pataka

La condesa sangrienta dijo...

Fe es decir SÍ, cuando todo parece decir que NO.

Anónimo dijo...

Me ha hecho persignar un par de veces, compañero. Y eso que soy judío errante.

Pablo Libre dijo...

Wow, este es el post con mejores comentarios que leí. Gracias gente!

bonito lunch dijo...

no encuentro algo tan nefasto como la iglesia y las religiones .
bueno, si, el ejercito.

Anónimo dijo...

Creo en Dios, me encantan los templos de todo tipo, hago el izcor todos los años, le prendo una vela a la Guadalupe y sigo buscando mi religión.

Anónimo dijo...

Salute!
Ey, Lunch: lo peor son los capellanes del ejército, no?
"Con las tripas del último cura ahorcaremos al último milico".
Buenas noches, buen provecho.
Pompeyo

Pablo Libre dijo...

Jaja, y llego el ala dura del blog.
Eme, mi hija se llamará Guadalupe si llega algún día.
Es cierto, en el ejercito se encuentra lo peor de la curia, pero piensen que por cada uno de esos hay un padre Quiles, un Ceferino, por no irme de tiempo y lugar y decir una Santa Rosa de Lima, un San Francisco.
Es bueno que no hayan criticado el post sino expuesto su posición y sentir, a eso quiero llegar, cada uno miró la cara de la iglesia que han elegido con su libre albedrío.
Ahora, Pol y Condesa, como se nota que son escritores, en una frase pueden condensar tantos sentimientos.

La condesa sangrienta dijo...

¡hey! se agradece la distinción pero no soy escritora...!