El Bar Central de Apuntes.



Anoche miraba por enésima vez La hora de los hornos y Memoria del saqueo, ambas de Fernando Solanas. Así como en los '80 me hicieron tragar la ampulosa parodia radical de La República perdida en Historia, hoy deberían hacerle ver esto a los chicos en el colegio. Y no solo a ellos, sino a sus padres y abuelos que viven con una concepción tan equivocada de la política.

Tengo miedo, porque mi raid por Capital y conurbano de ayer me hizo ver que las cosas no son tan claras como versa la cadena de blogs genéricos a favor del FPV, de la cual participo leyendo y opinando a favor.

En mi trabajo no les interesan las elecciones, sino que están más preocupados en bostas tipo Zeitgeist y demás teorías conspirativas. Un muy buen amigo se compró una katana para rebanar zombies cuando el mundo se vaya a la mierda.

Salgo de ahí, voy a la Facultad, esta vez contento porque tengo a mi profesora favorita, un lobo estepario que conoce de la vida como ninguna otra persona. No por nada, es titular de la cátedra de literatura rusa, una de las que mejor entendió al hombre como Ser. Es de las que te conecta lo que enseña con este mundo, nunca lo aísla, y aborrece citar teorías literarias o sentarse en la torre de marfil para desgranar un texto. Y está en contra de la propuesta oficialista. Me entristezco.

Bajo en Constitución. Se escuchan bombos y bombas. Veo a los trabajadores peregrinar, una verdadera fiesta. Me alegro de que así sea. Veo que han olvidado como los garcó Moyano en los '90 al llenarse los bolsillos mientras sus padres quedaban en la calle. Pero me alegro igual, aunque una señora me toma del brazo y me dice: "Fingí que estás conmigo porque tengo miedo de que me violen". La acompañé hasta la parada del 148, oyéndola despellejar a D'Elía por soberbio y a Néstor por creer que en sus manos y sólo en sus manos está nuestro destino. No estuve de acuerdo, sólo me entristeció su ceguera.

Llego a mi Bernal Oeste. El viento levanta polvareda en las calles de tierra, mis vecinos me preguntan si me tuve que comer la manifestación y critican a Néstor, Moyano y D'Elía. No lo puedo creer.

Gente, tengo miedo. Porque esos 4 estratos de la sociedad (intrascendente, alta, media y pueblo) no leen los blogs que tienen el banner de Cris/Pasión o Prensa Canalla. Tampoco se dejan llevar tanto por los medios como ustedes creen, subestimándolos. Creo que se está haciendo una campaña horrible, con frases que podría haber dicho tranquilamente Lilita (la profecía my way or the highway fue malogradísima).

Tengo miedo porque sé que este modelo es imperfecto, pero es el que más se acerca al que yo pretendo para el país. Me gustaría que se abra un debate sobre la nacionalización del petroleo y el gas, que significa una renta mucho mayor que la del campo para el país. Me gustaría que se aclare por qué se le dió concesión por 20 años a 3 canales de aire y ahora se habla de la Ley de Medios. Pero no es momento de buscarle la cuarta para al gato tullido, sino de apoyar, más que con ellos, contra los otros.

Tengo miedo de que por hacer camapaña para esa franja de votantes que ya tienen asegurados pierdan a mucha gente que va a poner su opinión confusa en un sobre a favor del colorado impresentable.
Tengo miedo de que vuelva el noventicidio. Pero tengo ganas de ver a la gente convencida. Porque muchos creen desde sus pseudointelectuales blogs que el pueblo está con nosotros, pero están muy equivocados. El pueblo estuvo con Menem, aún después de haberles quitado el trabajo y la dignidad. Y hay que decir la verdad: Néstor es pésimo para dar discursos, hace lo que haría yo en su lugar, se le sale la cadena y empieza a tirar mierda para todos lados. Y la gente prefiere la tranquilidad impostada en un comercial de campaña mal editado y con lugares comunes. No hay que ganarse a los peronistas, hay que ganarse al pelotudo medio argentino. Y si es necesario mentir, que se mienta.

Sé que los blogs que escribimos genéricamente (todos hablamos al mismo tiempo en contra del Grupo Clarín, todos defendemos a D'Elía y criticamos a Susana) buscan un modelo social parecido al que busca el gobierno y al cual adhiero, pero no alcanza. Si el PRO se acerca en esta elección, es muy probable que gane el 2011, y ahí sí que agarro mis cosas y me voy de este país. No vale la pena pelear por un pueblo que se equivoca de manera tan grosera tantas veces seguidas.
Como leía en un artículo de Página/12 hace dos días, la proclamada democracia de internet es una mentira: el sometido no va a dejar de estarlo por la existencia de internet y su voz plural. Y creo que el futuro de este medio está en tratar de buscar una manera de hacer cambiar el status quo. Tiene las armas, dependerá de quienes la manejan, y si siguen juntándose en grupitos autocomplacientes o buscan como llegar al pensamiento del hombre medio. Si las armas se usan mal, puede volverse una nueva televisión y ser inofensiva.

Si, por ejemplo, tomamos un tema como las candidaturas testimoniales, y le preguntamos al pueblo, lo que ven es el miedo a perder. Parece que se hubiera olvidado que De La Rúa se fue, en gran medida, gracias a perder esta elección, y que Cristina se aseguró el 99% de la futura presidencia arrasando en 2005. Pienso, y ustedes me dirán su opinión, que en lugar de haberle dado la jefatura de Gabinete, podrían haber preparado y guardado a Sergio Massa para este momento, y rodearlo de una Nacha o Carlotto y algún peso pesado o intendente conurbano. Ir mostrándolos por un año, excluirlos de los temas ríspidos, y largarlos a la arena de un año para el otro. Las cómodas paparruchadas que il popolo adora.

Esto es como una charla de mate, un café, elijan. Diferentes temas, opinen del que quieran.


Queda escrito.

Todo Nocivas

Fiebre porcina (o, si querés quedar cool, influenza)

Así como Chupete dijo "el gato se comió al pato", ¿el chancho se comió al mosquito?

Así comenzó el virus:




De alianzas y testimoniales.

Se anunció formalmente la lista de candidatos provinciales testimoniales por Bahía Blanca del partido de la gente/Nueva Provincia, les paso los 3 primeros lugares:
1. Videla
2. Masera
3. Agosti

Pero...la franja opositora va a presentar batalla y presentó su propia lista testimonial:
1. Anaya
2. Astiz (representante de las caras jóvenes de la política local)
3. El Tigre Acosta

Si no conocen la filosofía del lugar, lean ESTO y verán.



Queda escrito.

¿La cultura es la sonrisa o la mueca triste de Pagliacci?

Allá por 1999, cuando asumió el poder la Alianza, recuerdo haber visto un recital festejando la vuelta de la seriedad a la casa Rosada que me provocó comentarle a mi hermano "El regreso de los muertos vivos. Andá sacando las remeras fluorescentes que volvieron los '80". A la distancia, en un momento en el cual creo que todo se nos ha ido de las manos a nivel moral más que político, me pregunto:
¿Qué sería de un artista en el poder? Porque nadie se debate si es correcto que economistas sean candidatos, si la carrera de abogacía es la habilitante para aspirar a cargos públicos y, peor aún, si es normal que empresarios se aboquen a sembrar pánico e incertidumbre queriendo acceder al poder. Si bien poder y arte son palabras que no se han llevado muy bien desde edades en que ésta última sólo se daba a partir de mecenas, hay numerosos ejemplos de hombres de artes que han intentado servir a su pueblo desde un lugar de compromiso público. Luego de años en que los medios mundiales les han lavado la cabeza a la gente para que piensen que la política sirve sólo para robar (los que ejercen ese arte han hecho mérito, cabe reconocerlo), hoy el ser humano medio vota a De Narvaez mientras ríe cuando ve a Schwarzenegger dando un discurso.
Sin contar a los EE.UU., cuna de los más impresentables candidatos de la historia (sostenidos por el aparato del partido, algo tan criticado acá y, sin embargo, sostenido sin cuestionamientos en el país admirado por los imbéciles de derecha locales), busquemos cuatro ejemplos de artistas devenidos en políticos:




I. Mario Vargas Llosa, Perú, 1990: De un hombre que ha sabido escribir las páginas más importantes del Perú -desde Francia- del boom -de ventas- latinoamericano, uno espera un cierto grado de coherencia. Cuando el pueblo peruano pedía ingresar al mundo, confeccionó loas a Cuba. Luego de declararse agnóstico, se alió a conservadores y cristianos. Vaticinó al pueblo un plan de austeridad total que atemorizó a las dos únicas clases existentes en el país, la alta y la baja. Perdió contra un desconocido Fujimori y se autoexilió en su querida Francia, perdiendo la nacionalidad y los cojones. Se dedicó a escribir sobre Madame Bovary y continuó con sus novelas intrascendentes.
Conclusión 1: La mayoría de los artistas no saben enunciar lo que el pueblo quiere escuchar y adolescen al labrar alianzas, que sería el 75% del ars política.




II. Rubén Blades, Panamá, 1994 y 1999: Junto con Chabuca Granda, son los dos únicos artistas de la América hispanoparlante que han sabido congeniar lírica de protesta con música interesante -sepan disculpar, pero no creo que lleguen a su nivel ni Víctor Jara ni Silvio Rodríguez, perdón, no me entran-. Pero a nivel político, las claras ideas anti-dictadura, anti-imperialistas de Blades se esfumaron. Puede llamar la atención de los poco informados acerca de ese país que sólo conocen a Rubén y a Mano de Piedra Durán, y deducen que el compositor del himno nacional, al presentarse en dos elecciones, arrasaría. Un tibio 20% no le alcanzó para llegar a la presidencia como a Néstor, sino que lo ubicó en tercer lugar entre decenas de candidatos. Pero viene lo peor: luego de años de duras críticas a las dictaduras de Torrijos y Noriega, hoy Rubén es Ministro de Turismo (¡como lo fue el Dani!) de Martín Torrijos. Sí, sí, el hijo del dictador.
Conclusión 2: Si se dice que a los políticos hay que juzgarlos por lo que hacen y no por lo que dicen, a los artistas -según los artistas- hay que apreciarlos por lo que dicen, y no por lo que hacen.




III- Fernando Solanas, Argentina, 2007: Autor de quizá dos de las mejores obras del cine argentino -La hora de los hornos y Los hijos de Fierro-, comenzó su carrera en publicidad, y fue el primer hombre en abordar el tema de la reforma de la ley de Medios de la que hoy tanto se habla. Siempre desde un lugar marginal a los grandes grupos de concentración de poder, sus propuestas fueron indefectiblemente rechazadas en el seno del Frente Grande -la inclusión de Jaime de Nevares es un ejemplo-, hasta que finalmente fue invitado a retirarse junto con la franja izquierdosa del moviemiento ante un volantazo a la derecha, próximo a las elecciones de 1995. Su piso y techo de adhesión nunca ha llegado ni superado el 10%. Hoy, de tozudo nomás, se para frente a un Gobierno que está aplicando muchas de las medidas que, a principios de la década pasada, el pregonó.
Conclusión 3: El artista íntegro no sabe darse cuenta de que a la gente no le interesa la integridad más que en teoría. Cualquier argentino, en un hotel, se roba los jabones. El artista íntegro es como un político poco íntegro: no da el brazo a torcer ante el rival, aún cuando éste le dé la razón.



IV- Vaclav Havel, Checoeslovaquia y Rep. Checa, 1989-2003: Un hombre de letras del montón, partícipe de la Primavera de Praga del '69 e impulsor de la Revolución de Terciopelo del '89 -los checos sí que saben intitular sus revueltas-, Havel estuvo durante más de una década preso por la dictadura comunista de su país, para llegar a la presidencia de Checoeslovaquia en 1989 y renunciar en 1993, tras ver frustrado su sueño de mantener dos culturas hermanas unidas en una nación. Sin rendirse, fue el primer presidente de la República Checa en 1993, y mantuvo su cargo 10 años.
Como me decía una profesora especializada en el tema, si en aquellos años uno se cruzaba con un checo y le preguntaba como andaba el país, la respuesta por defecto sería "económicamente mal, socialmente perfecto". Amigo de Lou Reed, fanático de Frank Zappa, cristiano de diálogo, tuvo relaciones espirituales con los EE.UU. en el momento en que nosotros las carna-valizábamos, y recién luego de varios años, vió realizado su sueño de expandir la Unión Europea hacia el Este, para servir a quienes más necesitaban refugiarse en su seguridad. Se plantó en Harvard a decirles a los Norteamericanos como olvidamos que no somos Dios.
Motivó juicios morales comunismo, no sólo juicios penales. Hoy, en nuestro país, vemos como a pesar de encarcelar a todas las FF.AA. actantes durante la dictadura, una gran parte del pueblo aún seguirá ponderando sus crímenes.
Tomemos dos citas de un jefe de Estado desconocido en este lado del mundo, alguien que estuvo muy lejos de ser un gran Presidente, pero que luego de tres intentos fallidos en mi búsqueda, puede ser un mínimo hallazgo.

Sobre el comunismo:
“Mis queridos amigos ciudadanos: durante cuarenta años, ustedes han escuchado de quienes me han precedido en este día diferentes variaciones de un mismo tema: cómo ha florecido nuestro país, cuántas millones de toneladas de acero hemos producido, qué tan felices somos, qué tanto confiamos en nuestro gobierno, y qué brillantes perspectivas nos esperan.(...) Vivimos en un medio ambiente moral contaminado. Estamos moralmente enfermos porque nos hemos acostumbrado a decir una cosa y pensar otra. Hemos aprendido a no creer en nada, a ignorarnos mutuamente y a pensar sólo en nosotros mismos. Nociones tales como amor, amistad, compasión, humildad o perdón han perdido su profundidad y sus dimensiones (...) El régimen anterior redujo al hombre a ser un medio de producción y la naturaleza a ser una herramienta de producción. Así, fue atacada tanto su esencia como sus relaciones mutuas. El régimen redujo personas dotadas y autónomas a ser simples tuercas y pernos de una máquina monstruosa y grande, ruidosa y apestosa.”
Discurso de año nuevo de 1990 a Checos y Eslovacos.

Sobre el mundo posmoderno:
"Hoy, la única esperanza verdadera de la gente es la renovación de nuestra certeza de que nos encontramos enraizados en la tierra y, al mismo tiempo, en el cosmos. Ser conciente de esto nos dota con la capacidad de la trascendencia personal. Políticos y foros internacionales pueden reiterar miles de veces que la base del Nuevo Orden Mundial debe ser el respeto universal a los derechos humanos, pero eso no significa nada en tanto ese imperativo no derive del respeto al milagro del Ser, el milagro del universo, el milagro de la naturaleza, en fin, el milagro de nuestra propia existencia."
The need for trascendence in the postmodern world.

Conclusión IV: El artista tiene el don de darse cuenta de que no todo en política se refiere a estar económicamente ordenado, sino humanamente en paz, un contrato moral que no se sella en reportajes con Majul ni en medio de conflictos que ponen en peligro a la democracia.



Un artista no puede vivir en otro sistema que no sea la democracia. Y en estos tiempos es una verdadera lástima que los artistas no tengan el cerebro ni el espacio para informar a las masas acerca de lo que está sucediendo. Desde hace un año, en nuestro país hay un modelo democrático que se apoya en 26 años de democracia, y otro anti-democrático que se basa en más de media historia de dictaduras y una década de neoliberalismo. Sería bueno tener un artista que sea capaz de discernir y decir esto, y que su mensaje llegue al pueblo. Lamentablemente, no lo hay.


Queda Escrito.

Dos países tibios. Un país caliente.

Fernando Peña fue siempre el ejemplo de personaje que me desagrada profundamente. De esos que hablan "en nombre del arte" y no son capaces de enumerar más de 3 libros que hayan leído. De esos que te hablan de que un artista debe romper moldes y ser revulsivo, y cuando le preguntás el significado de la palabra no saben definirlo y te escupen un "sos un boludo vos". De esos que prefieren resguardarse bajo el paraguas del pop art para justificar que miran todos los programas de chimentos y extraen sus monólogos de las discusiones de Rial con la modelo o invento de turno. De esos que esperan todo el tiempo que te fijes en su envoltura o decisión sexual para anular todo intento de debate, porque a un autoritario de zona norte no le interesa debatir. Es más, debe lamentarse no haber llegado acá con su acto berreta de pseudo Parakultural (20 años después, no sorprende a nadie, los verdaderamente talentosos de esa época o se retiraron al estblishment o murieron) en la época de los milicos, en parte porque se hubiese sentido más reflejado en su ideal, y en parte porque alguien se hubiese al menos sonrojado con su inofensiva pantomima para nenes de 14 años. A esta altura, y creo que desde siempre, los personajes de Peña no son más transgresores que la imitación de Menotti de Sapag. Además, es uruguayo, y seguramente hubiese tenido el mismo tono discriminatorio si un tupamaro hubiese estado en su mesa, frente a cámaras (fuera del aire lo hubiese elogiado, obvio)

Jorge Lanata es un tipo al que le gusta rodearse de estos falsos transgresores, porque adora vender la imagen de periodista que va más allá. Como toda esa generación que creció bajo la figura de Bernardo, trata de hacer todo lo posible para que no lo miren los mismos ojos que lo vieron al dino, o mejor dicho, que lo miren los mismos ojos, pero azorados. Y bien, su táctica es fumar en cámara, imitar al periodismo-show sin contenido, o bien darle espacio a gente "re loca" pero insertada dentro del mainstream, como Peña o La Bersuit. Sin pantalla, se va a un tenebroso canal 26 (que no sé ni mi ineteresa si cambió de dueño, pero me extrañó que le hayan dado aire) y decide armar un show de vedetongas para comenzar su ciclo post fracaso editorial.

Luis D'Elía militó con Pérez Esquivel, con Germán Abdala, con el padre Enrique Lapádula y, durante los noventa, se mantuvo cercano al vapuleado Grupo de los 8 que vió en el PJ del momento lo que Kirchner y otros veían y callaban. Fué el referente de Naomi Klein cuando ésta anduvo por nuestras tierras.
Auténtico profeta del odio, en el sentido de Jauretche, hizo lo que muchos quisiéramos: logró la liberación de un preso político, hizo colapsar la corrupción del sistema policial encubridor, abofeteó a un secuaz de Pando y, pocos recuerdan, rodeado de un grupo de baqueanos, de gente "del CAMPO", desbarató las tranqueras de un magnate estadounidense.

Este no es tiempo de tibios, el poder de las flores fracasó hace décadas (es más, hoy no crecen floren ni trinan los pájaros en los campos, sólo vemos el arpa de brotes artificiales), hoy es tiempo de hombres calientes, ni fríos candidatos (el pánfilo de Scioli), ni tibios opositores (el pánfilo de Cobos).
Todos ellos serán escupidos de la boca de la Historia. Porque ella es la que convierte en mitos a las políticas del hoy. La gente transcurre, deviene, se deja estar. Como me dijo un remisero el otro día: "a mí me gusta De Narvaez porque se ríe lindo, además con mi mujer siempre lo miramos para ver que tiene en el cuello". Ya no respondo a esas cosas, pero en mi interior me dije: Surcando su yugular tiene tatuada tu dignidad, TIBIO.

Wagnerian Rock

Si hay que hablar de las caras ocultas detrás de lo que la monada hoy denomina rock ochentoso, no cabe olvidarse de tres productores-artistas: Giorgio Moroder, Nile Rodgers (de quienes ya he hablado infinidad de veces acá) y Jim Steinman. Tomaremos al último, creador de una sub-especie denominada Wagnerian Rock.



Buddy de Meat Loaf de toda la vida, sus mejores composiciones han sido interpretadas por el hombre a quien su seudónimo le sienta perfecto. La admiración de Steinman por la opera decimonónica de Wagner y la wall of sound "creada" por Phil Spector (¿o robada a Joe Meek?) lo llevó a pergeñar un estilo épico, que en sus alaridos y variaciones casi teatrales forjaron el sonido típico de una década (por grasa que suene, hubo un olor a década. Si tuviesemos que definir el aroma de los 2000, ¿que diríamos?)



El derroche de pompa épica que les salta cuando abren el blog es una de las dos canciones que Steinman grabó para la banda de sonido de "Streets of fire", de
Walter Hill. Siguiendo con las ponderaciones, Hill fue uno de los mejores narradores estadunidenses de las últimas 3 décadas del siglo XX, y en esta, una "fábula de rock 'n' roll", no se priva de crear un ambiente rockabilly en el cual un Michael Paré (¿?) exiliado regresa, cual héroe griego, a salvar a su doncella gritona de las garras de un Williem Dafoe punkie. Siii, un guiso digno de disfrutar. Tal vez porque fue la primera película que ví cuando salió el cable local en mi pueblo (la segunda fue una de Chuck Norris de la cual no querrán oír hablar), siempre tuve un sentimiento especial hacia Streets of Fire.



Por eso, si querés hacerme feliz no me pongas a los ñoños de
Weather Report ni al palurdo de Springsteen, sólo tirame una línea de bajo de Bernard Edwards, un temita de Giorgio con Donna Summers o una imagen de Diane Lane haciendo mímica con las gambas abiertas sobre una pista de Jim Steinman.
En los '90, con un
Emilio Estefan comandando la máquina de hacer chorizos grasosos, o en los '00, con un Timbaland jugando a ser el Rey Midas inverso (todo lo que toca lo convierte en mierda), por más que hace un par de décadas "Holding out for a hero" de Bonnie Tyler (Wagnerian en su apogeo) te haya exasperado, no se puede dejar de aceptar que suena tan potente en comparación con estas Britney cantando sobre bases de Commodore 64.

K-Men Origins, pt. 1: Magneto


Buscando América, Cap. 5: Brasil



En el quilombo dos Palmares no se vivía una orgía permanente como podría ilustrarnos cualquier relato realista-mágico, ni un sufrimiento permanente del pobre negrito, como ridiculizan las telenovelas brasileñas. Pero se vivía, aunque el libro de Historia de Ibáñez prefiera contarte la historia del feudalismo medieval en Europa antes que nuestra historia.


El Quilombo dos Palmares tenía una organización política, civil, con las mismas características de cualquier república. O reino, como gustaban en llamarlo. Era una ¿típica? organización gubernamental americana, de raíz africana, y allí fue donde el africanismo tuvo, ante el incipiente mercantilismo y el inexistente marxismo, una filososía de vida que desde aquel continente, salvo por Angola, ignoran.

Todo esto serían palabras sin sentido si mi búsqueda no se orientara a una Nueva América. Una nueva organización que desdeñe los conceptos de República occidentales, ese concepto que los portugueses intentaban inocularle a los esclavos en la fazenda para mantenerlos dóciles en su servilidad.

Ahh, las muchachas progres se asustan ante la idea de vivir en un Quilombo.
Las muchachas serias dirán que mi idea es insustentable.
Los muchachos que luchan por un mundo mejor se asustarán ante un concepto de "reino".

Quiero ver a toda esta gente coherente cuando el duende Zumbí dos Palmares, nuestro líder negro de todas las razas, retorne.

Eu quero ver, quando Zumbi chegar.

Zumbi é senhor das guerras
Zumbi é senhor das demandas
Quando Zumbi chega, é Zumbi quem manda.




Vuelta de ¡Obrigado!

Pidió una calle en su nombre
si ganara el Mundial.
Si llega al 3650,
dénle Ciudad de la Paz.