MIA, sólo MIA




Mathangi Arulpragasam
Maya
Missing in Acton
Missing in Action
hija de Arul Pragasam
hija de Kala
MIA




All we are saaaayin', is give MIA a chance -c'mon everybody, c'mon Dr. Leary-
All we are saaaayin', is give MIA a chance!!!!



Nacida en los suburbios de Londres, mudada a Sri Lanka siguiendo la carrera revolucionaria de su padre, el líder político tamil Arular, quien luchó con todas sus armas por indpendizarse de la mayoría cingalesa en el país del ceylon tea, vivió en una casa-árbol en India, en la casi indigencia cuando estalló la guerra en el país de sus raíces y los Arulpragasam debieron pedir asilo político.


La vuelta a Londres, en un refugio casi clandestino, proveyó a Maya del material artístico descartado de los 80s. Mucho flúo, retazos y beats toscos de raves clandestinas. Así fue forjándose como artísta, empapándose del apogeo del hip-hop en la isla (allí el rapear no versa sobre cuantos Dead Presidents tiene el MC en el banco ni a cuantas famosas se curtió, sino que conserva, en las minorías africanas de Paris y "pakis" de Londres, un profundo sentido de protesta), e intentando reflejar con el arte el intento fracasado de sus padres por ver a su etnia libre.



Así, luego de una reconocida carrera como diseñadora y artista gráfico, llegó la música, con una Roland Groovebox MC-505 que le prestó e
l grupo al cual ella seguía (Elástica, los que perdieron un juicio contra Wire por robarle el riff de su one hit wonder), dándo luz a Arular (2205), título homenaje a su padre.
Y la prohibición en USA, por nombrar reiteradamente al Ejérci
to de Liberación Palestina.
Es la nueva artista de protesta, esa que te suena a Ace
of Base pero que en el fondo daña más que 100 Neil Youngs con armónica y camisa a cuadros sentado cómodamente en su rancho redneck.



Y todavía falta más, porque se ve que en la casa-árbol de India había hormigas que supieron esconderse bien en ese perfecto trasero, ya que en lugar de relajarse y gozar de una prestigiosa carrera como diseñadora de indumentaria (¡en la época de mi abuelo le decían corte y confección, ahora es carrera universitaria! Si viviera el viejo, sería el sastre de Panamá...), se dedicó a recorrer el mundo. Pero no esos viajecitos de birra, porro y hostel con mucama-que-pagó-turismo-en-"facu"-privada-haciéndote-el-favor que vemos a diario en nuestra devaluada capital, sino que se internó en los peres tugurios, palpando, asimilando realidades.




Desde África llegaron amigos, desde la India llegaron amigos, desde los suburbios llegaron amigos y, todas las voces todas, todas las raggas todas, crearon la mayor obra de arte musical de los 2000, Kala (ahora título en homenaje a mamá), amalgamada con retazos de lo que una Madona u otra ídola vacía pre y post Sex & the City utiliza para sus discos.



Todo lo que podemos escuchar en este disco, donde deja un poco de lado las drum machine y suma instrumentos típicos del grime, dappan koothu (estilos de los que nunca oyeron hablar, como yo antes de ella, seguramente), u otros más conocidos por nosotros como el disco o rave, es caos, mundo, sin globalizar ni integrar, como harían Manu Chao o chantas por el estilo. Gran mérito también de su productor DJ Switch, quien instaló estudios de grabación en medio de la India y Trinidad & Tobago. Y no es que MIA buscó al León Gieco triniteño o keniata para sus canciones, hundió sus hermosos pies de dragona sexy en el barro y dió con la crème de la crème del mundo, que precisamente no son esas chicas de cabello planchado que moran en la New York de donde la echaron por "problemas de visa".


BOYZ






  • Tiene uno de los websites más difíciles de browsear y con más destello cromático de la red (pinchen en website para verlo).
  • Debió lanzar casi todos sus videos (que son muchos) por internet, ya que ninguna cadena quería pasarlos. Ahora ni siquiera pueden embeberse porque la multinacional no te deja.
  • El estribillo de su hit americano son disparos cantados por pibes chorros.
  • El leit motiv de su primer hit es la trompeta del tema de Rocky sampleado como clarín de guerra.
  • Es la primera vez que este servidor coincide con la Rolling Stone US en que Kala fue el mejor disco de 2007.


Sus discos (click en la imágen para bajar)


Arular (2005)



Kala (2007)



Se nota que la pibita me volvió loco, ¿no?


Deus lhe pague

La verdad, no tengo ganas de poner fotitos, y casi ni ganas de escribir. Porque cualquier palabra o idea que pueda tener me suena a lugar común, y realmente siento que hoy, en este lugar, perdí la libertad.
No puedo ser libre en un país en el cual me imponen que tengo que cambiar el reloj de hora, toman lo que gano y lo hacen circular de acá para allá, un país en el cual los medios critican lo mismo que yo, pero de manera estúpida y tendenciosa, según si el gobierno les pesificó sus deudas o les alivianó sus faltas.
Es horrible no estar en ningún bando, en un país de dos patotas eternas que constantemente buscan el blanco o el negro como excusa para matarse. Matarse no, verse sufrir, en esta danza masoquista.
No quiero pertenecer a nada, a nadie, quiero que si viene Edesur a cortar la luz para
mejorar el servicio tener la libertad de decirles "sabés qué, vení de noche, a mi no me cortás nada, o reducímelo a fin de mes". Pero, ¿vale de algo protestar, como esos viejos locos que insultan a las pobres cajeras del super porque discutieron con la mujer?
Pero mientras haya
un crimen para comentar y fútbol para sonreír, somos idiotas, soy idiota, y me dejo pisar, apresar por el autoritarismo. Que se entienda: no es por los idiotas que nos gobiernan hoy, es por este status quo que siento no me lleva a nada. Pero mi opninión, humilde o ignorada, como sea, no puede cambiar nada.

Un ejemplo: ¿Qué razón hay para aumentarle el sueldo a un maestro que trabaja 4 horas y tiene 3 meses de vacaciones? ¿Qué razón hay para que un maestro no cobre igual que un médico o un abogado, si su labor es más importante que la de ellos? Las dos son ciertas, y ambas preguntas son injustas.

Sinceramente, cuando se habla del avance de la humanidad, es una simple excusa para justificar el peor retroceso en muchísimos siglos.

Borré párrafos al escribir esto, y tal vez no dejé lo mejor, tal vez carezca de sentido pero,
sinceramente, no me importa tener sentido, si ya es un absurdo estar preso de las decisiones de los demás. Me tiene harto la democracia, y pregunto con mucha curiosidad a los que me llevan un par de años y comentan aquí como se hace.

Sinceramente, ¿cómo se hace?

Títulos




Siempre fuí de aquellos que creen que un buen título no es sólo una estrategia de marketing, sino un ejercicio mental similar a escribir un haiku, jugar un sudoku, o cualquier invento incomprensible oriental.



Ya los latinos con el Complemento Circunstancial de Tema de + ablativo me mataban.

Después, supe coleccionar títulos antes que obras, y nominar las fotos de mi mujer es mi pasatiempo más arduo, algo en lo que casi siempre termino derrotado.

Acá van algunos títulos que me enamoran.
Espero los suyos.



Angst essen Seele auf: "La angustia corroe el alma", película del mejor titulador de la historia, R. W. Fassbinder.


Un coup de dés jamais n'abolira le hasard: "Un juego de dados jamás abolirá al azar" (la palabra hasard deviene de dado, pues entonces 'un juego de dados jamás abolirá a los dados'), poema incomprensible del gran S. Mallarme del cua´l recordé el título gracias a una clase hace poco.



Piensen títulos solamente, más allá de la obra.

The Meat Show


No me interesa hacer un post sobre la televisión o sobre el periodismo porque, en realidad, me parece que todo lo que puede salir de esos agujeros, hoy en día, es carne picada, podrida y devuelta.
Las pocas opiniones que me han parecido coherentes en los últimos meses las he leído en blogs, y el tema que voy a tocar ahora no me atañe ni un poco, porque como he dicho antes, soy hincha de Boca Jrs., y la Selección Argentina me importa poco y nada, como a todos los xeneixes pre-Giordano, esos que iban a sacar la entrada el domingo y no estaban obligados a comprar abonos.


Lo que sucedió la última semana fue bochornoso.

Como hincha de Boca con memoria, Basile nunca me agradó. Nos sacó, sin necesidad, tres jugadores clave en el '91, que nos hicieron perder un campeonato contra un equipo mezquino, sin delanteros, del ahora ponderado Marcelo Bielsa (que cosecha club de fans entre los PD -no voy a llamarlos periodistas deportivos porque hasta para ellos esto es un insulto-, olvidando su manera tediosa y malsana de jugar sin delanteros en campeonatos y Libertadores). Incumplió un contrato para ir a jugar un amistoso contra Brasil, dejándonos a merced de Lavolpe.

Basile es un gran descubridor de técnicos, entonces. Mejor dicho, inventor: inventó a Bielsa, que tuvo un buen comienzo, pero salvó su olvido ganando un campeonato ante un Boca sin Giunta, Latorre y Batistuta, con un gol de cabeza y por penales. Inventó a un Simeone, el peor técnico que me tocó ver en mis años de seguidor de este deporte, sirviéndole el campeonato a un gran equipo con un goleador terrible y un gladiador como Verón, a quienes el niño Armani no podía poner de líberos porque le escupían la cara.


Pero aquí está la cuestión: yo puedo decir que Basile es un incapaz, aunque no lo haría por el sólo hecho de que es ua persona mayor, y por el hecho de que gracias a él fuí hincha de la Selección por dos años ('91 al '93). ¿Pero cuán autorizados se encuentran esos idiotas de traje para opinar, desde su ignorancia y frente a una cámara, igual que una persona del montón como yo?


Ahora, que es el momento de disciplinar a un grupete de mediocres que creen ser estrellas, proponen a Maradona. Ahora, que es el momento de tener sangre en las venas, proponen a Russo. Ahora, que es el momento de no volver a creer que somos los mejores porque ganamos una copa de leche en China, proponen a Batista. Ahora, que es momento de tipos con una idea definida sobre qué quieren, proponen a Simeone.


Es hora de que se callen los periodistas. Y si no quieren hacerlo, es hora de que apunten más alto, a la cabeza de este embrollo. Porque si tienen el "poder" de echar a un tipo que si tuviera a todos ellos enfrente, se les pararía de manos y no dejaría uno en pie (cómo deben resolver las cosas los hombres, no hablandole a una cámara como niñitas), deben tener el poder de derribar al Gran DT de Sarandí. ¿O tengo que pensar que son como estos programitas de cámaras ocultas, que se meten con los más pequeños estafadores, y nunca van por un pez gordo?


Como hincha de Boca, que sufrió a la Riverción de Passarella, que tuvo que irse llorando del colegio luego de que nos sacaran a Batistuta en 1991, que vió a Sorín tirándole centros a Zanetti contra Suecia, y que tuvo ganas de romperle la cara al Messi mirando para otro lado en el banco en 2006, voy a hacer una concesión a mi fanatismo.

Es hora de Ramón, al que odié por su dialéctica menemista y risita burlona, pero que sabe más que nadie de buen juego.

Es hora de Gallego, que se fué de boca mil veces, pero que es un ganador nato y sabe armar los mejores planteles en tiempos reducidos.


Y, definitivamente, es hora del Virrey, aunque no lo nombren mucho porque es el único que acabaría con el principal conflicto de la selección: el "Periodismo Deportivo", dicho así, con comillas despectivas y en cursiva.


Pero el Virrey es mío, de mi pueblo boliviano y paraguayo, como nos discriminan las otras parcialidades, y ustedes, argentinos exitistas que nunca aprobaron nuestras copas por penales pero que nos envidian con toda su alma de oro olímpico, nunca podrán disfrutarlo.

Reuniones Sociales



La casa era un manojo de nervios, a causa de la fiesta de graduación de Eve. Padre, madre y las dos hijas preparaban el vestuario para la noche de gala. El otro habitante de la casa, abuelo Antón, solía desvariar en reuniones sociales, por lo que decidieron no llevarlo, a pesar de su insistencia. “Solo conseguimos cuatro invitaciones”, fue la excusa.
El primer inconveniente lo sufrió la agasajada de la noche. Al probarse el vestuario, Eve se dio cuenta de que al descubierto quedaba la legión de verrugas que, desde hace un tiempo, invadía su espalda. El llanto histérico encontró un único receptor en abuelo Antón, quien desde su mecedora abandonada en una esquina, esbozó tres palabras mágicas: “Barro de jardín”. Confió en el anciano. Anteriormente, sus remedios caseros habían funcionado –curaba un resfriado parándose sobre papel secante, o el hipo con cucharadas de azúcar-. Corrió tan rápido como pudo hacia el jardín, repasó su piel arruinada, tomó una pala de pico, y procedió a enterrarse en barro, de pies a cabeza.
Mientras tanto, Julia descubría, irritada, un orzuelo que desfiguraba su ojo y no le permitía siquiera llorar su desventura en paz. Su madre, quitándole importancia al asunto, le aconsejó usar lentes oscuros. “¿Una mujer con lentes oscuros? ¡Que vulgar!”, se quejó.
Desde las sombras oyó un susurro: “Clavando un cuchillo en la arena, el orzuelo ya no es problema”. Observó hacia el rincón, donde la sombra sostenía un cuchillo de cocina por el filo, entregándoselo. Realmente, aquel antídoto se oía estúpido, pero lo prefería antes que ser el ‘bicho’ de la fiesta. Al tomar el cuchillo la risa de abuelo Antón, irracional, fue colmando progresivamente la casa, volviéndose insoportable. Por esas actitudes no convenía llevar al viejo a las reuniones.
Al llegar al jardín, la risa se disipó. Ese lugar escapaba al bullicio general de la casa durante los últimos días. En realidad, Julia no deseaba asistir a la fiesta. Ni siquiera quería demasiado a Eve quien, a pesar de la poca diferencia de edad –eran mellizas- ostentaba las ventajas de todo hijo mayor. Pero se había comprometido a asistir.
Mientras aprieta el mango con toda su fuerza, la hoja de metal le devuelve la imagen de un ojo hinchado y supurante. Se figura hazmerreír de la reunión. Su mano transpirada empuña el cuchillo, elevándolo sobre ese ojo extraño, clavando enfurecida el arma en el monte de barro que parece cobrar vida en un grito.
“Ahora sobra una entrada”, murmura la sombra, desempolvando el traje de reunión social.


Foto, como siempre, tomada por Patri.


Las Anclas

VI

Llegaste a medianoche, fin de la travesía.

No quise hablar del clima, de lluvias que vendrán.

Lo dijo el Almirante “De aquí... nunca saldrán.”.

Las Anclas tiene vida, recuerda esta poesía.

Un año en Capital estudiando Abogacía,

Que no lo has intentado decir nunca podrán.

Revende las valijas, seguro algo valdrán

Hay que empezar de nuevo, comprar otra alcancía.

-“Socorro Scalabrini en toda desventura”-

Decía el inmigrante, de la ciudad cimiento.

Pero él después se burla del joven en su ocaso

El Beato desde el Cielo, abraza el sufrimiento.

No llores, estudiante, si ríen tu fracaso:

Las Anclas tiene vida, más nunca sentimiento.




IV

La misma película, ya no hay marquesina

Que anuncie todo el año, aún en vacaciones,

Fragmentos aburridos, con mil interrupciones

¿Proyectas otra imagen, oh máquina cansina?

El dulce matrimonio de la mansión vecina

Está buscando un hijo con todas sus facciones.

Celebran en la cuadra, formulan predicciones

“¿Será mujer u hombre?”, apuesta libertina.

Si hereda su cabello, bermejo, ensortijado,

Se enredará a la madre, su tibio y seco nido

Tal vez cuando trabaje, me encargue su cuidado

Y en los cumpleaños, tendrá el mejor vestido.

Un crío adopta el barrio, juguete tan preciado

Deseado y planeado, mas nunca concebido.





III

Lloran y lloran, más siguen en vela

Luces que arden después de bailar.

Piensa que a nadie ya puedes culpar

Arrorró niño, irás con tu abuela.

Día tras día, triste cantinela

Fértiles ubres no dan de mamar

Charlen despacio que va a despertar

Ya la nodriza su placa cincela.

“Madre ¿qué hago?, el bebé patalea

Justo hoy es viernes y quiero jugar.

Ya en Las Anclas creció la azalea...”

“Hija, no llore, lo voy a criar.

Que Dios me escuche, que nadie lo vea

No me solloces que empiezan a hablar.”





IX

Aún la nueva historia con diferentes caras

Es círculo vicioso de héroes sin espada.

Al gallo han rostizado, quién canta la albada

El pueblo no despierta, se lame las escaras.

Melancolía firme, aún si te ausentaras,

Atraerías niños a tu virtual posada.

O a los trabajadores que asisten sin la azada,

Reunidos ante un fuego urgido con sus varas.

Recuerdo idealizado que tengo que ahuyentar,

Devoras los relojes de la hora del descanso,

Degustas la fortuna y la ahogas en el mar.

Navega marinero, mantente fiel y manso,

Que cuando tu esperanza se canse de pujar

Recordarás la historia, tu cálido remanso.

Sonetos.

4-4-3-3, verso endecasílabo o alejandrino, rima consonante A-B-B-A y una última línea que te deje sin aire.
El haiku de los occidentales, de nacimiento italiano pero definitivamente hispano, ejercido majestuosamente en el siglo de Oro, reflexionado por el modernismo, y resguardado por la generación del '35.
En una época en que todo aquello que venga en cajita debe ser sacado de molde, deformado, ironizado y parodiado hasta hartarlo y agotarlo en menos de 10 años, volver a leer sonetos puede parecer anticuado; incluso un adolescente que se acerque a esta especie puede despreciarlo por su rima "calamaresca" o "rapera" (esto me han dicho, pensando que la rima consonante nació de estos especímenes).

¿No cesará este rayo que me habita
el corazón de exasperadas fieras
y de fraguas coléricas y herreras
donde el metal más fresco se marchita?

¿No cesará esta terca estalactita
de cultivar sus duras cabelleras
como espadas y rígidas hogueras
hacia mi corazón que muge y grita?

Este rayo ni cesa ni se agota:
de mí mismo tomó su procedencia
y ejercita en mí mismo sus furores.

Esta obstinada piedra de mí brota
y sobre mí dirige la insistencia
de sus lluviosos rayos destructores.
Miguel Hernández, Poema N º 2, El rayo que no cesa.

Esto es sólo un preludio para justificar mi vergüenza por los sonetos de mi autoría, escritos a la vieja usanza, que leerán a continuación.

Fantasmitas

“Papá esta pintando la casa, que no le dicen casa, le dicen chalet, y no está pintando, está barnizando. Hace un rato atrapó una ratita, que no es ratita, era laucha, con la persiana, cerrándola así, que no es cerrándola, sino bajándola, y a la lauchita no le salió nada de sangre porque como es, no como es, como será la sangre de las lauchitas. Es la primera vez que veo una, porque en la casa del nono siempre hay gatos que no se mueren y cambian de color todos los días, no cambian de color, se van y vienen, no como el Battle-cat, que cuando veníamos con mamá del jardín, cuando ella era una mamá normal porque había tomado licencia y entonces no me podía escapar de la Sala para ir a séptimo grado donde era maestra en la misma escuela, y los grandulones me enseñaban malas palabras y se creían vivos y ella tomó licencia no sé porqué y me iba a buscar como todas las mamás normales, y ahora los grandulones no se van a acordar de mí y yo sí me acuerdo las palabras. Veníamos con mamá en el auto, que no es auto, es Fitito, que yo me acuerdo cuando le pegamos con el Leonel calcomanías que decían Lale y Leonel, que no es Lale, es Ale y que no es Ale es Alejandro, porque ya sos grande y sabes hablar, si ellos me dicen Lale desde nene, rosa y celeste con forma de nubecitas y como me aburro, que la puta que lo parió ya se lo había escuchado al nono, esa vez que mamá se enojó y le dijo quién es la puta y qué me dice cosas por unas plantas que le pisó, es un chico nada más, y que después fui al jardín y al segundo año compré al Battle-cat que no peleaba con los otros gatos pero no era maricón como el gato del primo Obando, que está todo el día pasándose la lengua entre las patas, que no es gato, es gata y está operada, no porque se enfermó, porque tenía que estar más en casa y no gorda de bebés, solo gorda de comida, cómo era la palabra, la palabra... capado. Pero al Battle-cat lo prefería gordo y en la casa, aunque mamá no lo dejaba entrar, antes que aplastado al lado del cordón como un sapo de esos que atrapaba porque aparte de gatos había muchos sapos, yo le tengo terror a los sapos, que una vez llovieron y pensé que me venían a buscar y mamá me explicó que las nubes absorben los huevos y los llueven y yo le pregunté si es como si los cagaran y casi me da un cachetazo por repetirlo, cachetazo no porque ella tira del pelo, pero antes lloré y le mentí, le dije que tenía miedo de que se lo chupe la nube al Leonel, porque él era chiquito y yo en verdad quería que se lo chupara, así los sapos le hacían pis, lo oxidaban y lo dejaban aplastado en la calle cerca del cordón como al Battle-cat. Capado, ¿Hubiera escapado volando?


Nadie me cree cuando digo que al Battle-cat lo pisó el papá de mi padrino el Tonito, al que nunca conocí, de chiquitos iban con papá de excursión a Villa del Mar no como yo siempre adentro y después de mi bautismo en el setenta y ocho desapareció del mapa, como dice mamá, creo que es igual al muñeco que maneja el auto a pilas que me regaló cuando nací, pobre, no sabía que a mí no me gustan los autos, son aburridos, pisan gatos y lo pisaron al abuelo ese que me quería y no hablaba como el nono que no se le entiende nada, yo no me acuerdo de él pero lo escuché en un casete que grabó labuela de antes que lo pisaran cantando conmigo y el Leonel, cada vez que lo escuchamos ella me dice ‘vos sos como un fantasmita de él sos igual sos mi preferido’, mientras reza, reza, me hace rezar, y no quiero acordarme cuando me llevó a la San Pablo y me hizo agarrarle miedo a San Cayetano, y un día la nona, que también jode con él, sacó de un cajón su estatua barbuda y yo San Cayetano NO, San Cayetano NO, y el nono que dormía la siesta se levantó, y gritaron, gritaron, ella no, porque se hace la santa y sigue rezando, capaz para que Diosito lo perdone a él que es muy malo, y yo me enoje porque el le dijo bastazza, que ella no es bastarda, solamente son medio primos los dos, por eso tienen el mismo apellido, ella lo esperó toda la guerra, él en Rusia congelado, y ahí se volvió loco después de descongelarse en Siberia, y lo pateé en la pierna izquierda congelada, y se enojó pero no me empujó, porque él nunca le pegó ni a tu padre, que era calladito no como vos que saliste a tu madre, sino que empezó a darle a ella una que nunca había visto, y corrí con todas mis fuerzas a avisarle a papá, que lo llamo ‘rata, rata, sos una rata’, por eso ahora nos venimos a vivir acá, cerca de labuela, que está sola y nadie le puede pegar, porque los muertos no pegan, ¿no?
Papá ya está terminando de pintar, ya terminó, pero no larga el pincel, dice otra mano... y si te aburrís, no hubieras venido”.