1. Sueños de una mañana de primavera


Esta semana pude volver a dormir en un horario casi normal, y dejé de tener pesadillas.


En el primer sueño había una señora de baja estatura, cabello tirante recogido en un rodete detrás de las orejas, que lanzaba graves acusaciones contra mí delante de toda la gente que conozco y he cruzado en mi existencia. A continuación se me aparecía un tribunal muy parecido a un aula de colegio napoleónico, abarrotada por una multitud de desconocidos donde reconozco todas las personas con las que mantendré contacto el resto de mi vida, y yo me defendía con una soltura nunca vista. Mis argumentos, los gestos con mis manos, el lenguaje corporal y la dicción apabullaban a la mujer y levantaban la admiración de la audiencia. Era un narrador cuasi-omnisciente, ya que me veía desde afuera como una comunión perfecta de cuerpo y neuronas, razonando lúcidamente, llevándome un aplauso que me volteó hacia la siguiente visión.


En éste no aparecía, y juro que haré un fileteado para darle coherencia. Había un camino de tierra en el Chaco (nunca estuve allí), y un hombre lo atravesaba en bicicleta. Detrás se levanta una nube de polvo seco y, deformada por los vapores del sol de dos de la tarde, se ve aparecer una chata a toda velocidad que atropella al ciclista.
En la salita de puertas de cortina -manteles viejos- que hace las veces de hospital, el viejo agoniza, mientras a su lado va y viene un joven de cara como maquillada por el polvo, pegado en su frente por la transpiración. En la cama de al lado del moribundo, una mujer grita, se desgarra del dolor y vuelca rebalsa en lágrimas sobre su pecho embarazado, mientras rasguña las paredes de barro recubierta a medias con cal. El niño no quiere salir, se aferra a las paredes de su madre, y nadie sabe ni puede sacarlo de allí.
Agonizante, el viejo llama al joven y le dice que, para que su bebé nazca, debe encotrar al asesino que lo atropelló, porque su agonía provoca que el nene no quiera salir, el niño no llegará a un mundo injusto.
En esta parte recuerdo como hiedras que comenzaron a trepar y taparon la imágen, pero era algo así como una historia berreta de coincidencias en la cual el padre de la criatura es al mismo tiempo el asesino y el héroe. Pero nunca llegué a saberlo.


En el último sueño que recuerdo me sentía acogotando a una persona que insultaba todo aquello por lo que yo supuestamente había luchado en esa escena. Le apachurraba los lentes con mis manos, destruía paredes a puñetazos, pero cuando intentaba golpearle la cara, el cross tenía la fuerza de un almohadón de gomaespuma, y el agredido se reía provocándome... Debo andar necesitado de alguna trifulca, aunque nunca fui de esos que interpretan los sueños, más bien soy de los que los olvidan.


Hoy, a un año de cumplir 30, creo que de a poco me voy olvidando de aquellos sueños que no tienen lugar por las noches, aquellas visiones forman parte de la esperanzada vigilia, cuando imaginamos semi-conscientes todos los objetivos que nos alientan a seguir.



Dibujo de Greg Ruth para el comic "Freaks of the Heartland", de Steve Niles

8 pálidas ideas:

CSSL dijo...

Hace muchísimo que no sueño o que, por lo menos, no lo recuerdo. siempre me dieron miedo los sueños que recuerdo de manera patente. Siempre preferí recoerdar cosas sueltas, imagenes o palabras, no sé muy bien por qué, nunca tenian que ver conmigo en promera persona.
Hace un par de años me iba a dormir con un cuaderno al lado de la cama y cuando me despertaba escribía lo que recordaba. creo que tendría que volver a hacerlo.

La condesa sangrienta dijo...

¿yo soñé o ud. había publicado un post que me gustó mucho?
Comenzaba narrando un niño que veía pintar al abuelo. Anduve ocupada, venía a comentarlo y me lo encuentro peleando dormido y esperando despierto.
Abrazo.

Pablo Libre dijo...

Si Condesa, lo publiqué pero me dió vergüenza,, si querés después te lo paso por mail.

Angie Angelina dijo...

Lo del tribunal parece kafkiano.

No se preocupe, Pablo, la crisis de los 30 no es tan dura, ya tengo más de 35 y la vida pasa.
Ange

Pablo Libre dijo...

Angie, yo creo que tengo la crisis de los 30 desde los 20 años, la diferencia es que me está empezando a alarmar el hecho de escuchar un disco, mirar una película o leer un libro y snetirme satisfecho sólo con ser espectador, lector o lo que sea. Hasta hace un tiempo sentía una sana envidia que me llevaba a crear y producir, hoy ya como que me voy rindiendo y pensando que no tengo esa llama que creí tener tanto tiempo.

Estoy leyendo tu blog, el post del chat es buenísimo.

Anónimo dijo...

Pues mira hermano ,eso se llama mas que crisis de los 30 ,se llama crisis de argentinismo.Es un tope que te da esta vida de este país.Por alli,dicen los que saben vivir que en todos los lugares sucede lo mismo.Por alli ,dicen otros que siempre se quejan ,que es un carajo de país.Con todo para no pasar de insanos es mejor hecharle la culpa a la edad.Pero he aqui,mi balance.Es el pais,el entorno del pais que tenemos.Que vas a hacer,laburas como un burro y nada te alcanza.Yo mas que querer,necesito salir de aqui,y no es porque crea que otro pais sea del todo mejor.Simplemente pienso que talvez alguna cosa mejor ,puede haber aparte de esta chatura,este constante de nunca acabar con un sueño y comenzar con otro.Con todo ,brother tienes un blog,muchos compartimos las inclemencias de los tiempos urgentes de las palabras,otros pintan canas(como eu) y sueñan con un imperio de colores,para sacar este gris de ciudad y pais.No porque haya cuarteto ,cumbia o chamamé ,una va a creer que hay mucha alegria o mucho que festejar.Con todo ello,tu hijo,crece y no podemos decirle esto.Así que es mejor decir:tengo una crisis de mis 30,35 o más de 40 (como eu),para no morir de tristeza,y pensar que mañana ,quien sabe mi brother,es otro dia.Lo importante ya no es estar en el campo de batalla,sino vivir para contarla.!!Abracitos...Crim
Amo tus escritos e inspiración.

Pablo Libre dijo...

Así es Crim. Escuché tu programa ayer, buenísimo como siempre, la otra vez hasta hiciste que me baje un disco de Sergio Méndes, al que siempre le tuve algo de bronca.

Angie Angelina dijo...

Gracias Pablo!
El del chat con Guadalupe (nombre ficticio) es real.
Por otro lado, mirá, acabo de terminar una carrera universitaria hace dos años y ahora estoy estudiando cosas nuevas, creativas, como dramaturgia.
un beso
Ange