Miguel Abuelo et Nada, 1975


Cuantas historias rodean a este disco que nunca se editó en nuestro país, y que se convirtió en el Smile de los Beach Boys del rock argentino. Yo voy a contar la mía.
A mí siempre Miguel Abuelo me pareció un personaje intrigante. Cuando llegué a Buenos Aires, se había inaugurado la Plaza Miguel Abuelo, con una statua de bronce que muy poco decía de él, sobre la estación Carranza de subtes (justo donde arranca Avenida Cabildo). Me quedaba camino al Instituto donde estudiaba cine, y todas las tardes me sentaba ahí para escribir, fumar o simplemente extrañar mi pueblo. De Miguel, sólo tenía esos discos medio berretas de Los
Abuelos con Calamaro arruinandolo todo, pero cada intervención de Miguel como que me despertaba algo de curiosidad.
Desde que llegué, recorrí muchos lugares de discos buscándo alguna pista, algo. Cuando tuve Internet, creo que fue mi primera búsqueda. Mis horizontes musicales se habían ampliado un poco más, y ya no me despertaba mucho el rock de acá, pero era un desafío.
Hasta que una tarde de 2003, cuando todavía vivía en el terruño de los cacerolazos, iba en el subte línea D, y suben 3 gnomos bailando y repartiendo volantes. Cuando ví la cara fotocopiada de Abuelo sobre el papel, no dudé en hablarles. Me dijeron que inauguraban el site de Miguel Abuelo, y que ahí podía encontrar el disco. No estaba completo, pero sacando tracks de acá y de más allá, logré completar esta grabación, que no debe ser la definitiva, pero me sacó la sed de este disco.